Encuentro bajo la lluvia [Vladimir] [CERRADO]

Aquel día era uno muy extraño: La peligrosa ciudad de Toshima estaba tranquila, no escuchándose nada a excepción de la lluvia que no paraba de caer, haciendo aquello que la ciudad estuviese aun más oscura y tenebrosa por las nubes grises que la ocultaban de la luz del Sol.

El hecho de que no parase de llover en grandes cantidades aquel día parecía ser una de las razones por las que la mayoría de los jugadores no salían a las calles a recolectar Dogtags para su colección ya que el agua que no paraba de caer sería muy molesta a la hora de luchar, tanto a la hora de oír al contrincante-ya que solo se oía el agua caer- como a la hora de ver al enemigo-ya que la lluvia no dejaba ver mucho.

Pero, por aquellas largas calles descuidadas, vacías y llenas de charcos de agua y restos de sangre ya seca se podía ver una silueta, siendo un joven que caminaba bajo la lluvia tranquilo con las manos metidas dentro de los bolsillos de su chaleco de cuerpo negro, tapándose la cabeza con la capucha de la sudadera celeste que llevaba bajo la chaqueta.

Aquel chico se trataba de unos de los participantes de aquel despiadado juego que solo podía sobrevivir el más fuerte: Shuuye, el cual continuaba la búsqueda del asesino de sus amigos sin descanso, no importándole si la continua lluvia le molestaba ya que solo pensaba en encontrar en aquella persona y acabar con él...

Shuuye no supo durante cuantas horas estuvo caminando por las desiertas calles de Toshima, encontrándose de vez en cuando por su camino algunos participantes del “Igura” que iban solos y con lo cual, no podía entablar una batalla o algunos perros y gatos mojados hasta los huesos buscando algo para alimentarse entre las grandes cantidades de basura que había esparcida por el suelo de la ciudad.

Pero todo cambió cuando el rubio escuchó una melodía por aquellas calles, siendo unos silbidos de una silueta que se encontraba a una distancia que no le permitía ver quien era por culpa de la lluvia, la cual no cesaba, parándose entonces en seco en medio de la calle para mirar a aquella desconocida silueta que silbaba, tragando entonces saliva mientras una extraña sensación de terror recorría todo su cuerpo sin saber porque.

Había escuchado en el Hotel y otras Zonas Neutrales que en el “Igura” había unos Organizadores que se dedicaban a limpiar las calles de las personas que había perdido, aunque algunas veces mataban a gente simplemente porque querían. Y para que la gente supiera cuando se acercaba uno de esas personas llamadas “Exterminadores”, uno de ellos hacía sonar una melodía...

“¿Será uno de esos Exterminadores?...” Pensó Shuuye para sí mismo mientras veía como la silueta se acercaba lentamente hacia él, no pudiendo moverse de allí, pesándole los pies y sin saber porque...

Fue entonces, cuando las piernas de Shuuye seguían sin responder, cuando notó una presencia detrás suya, la cual bajó la capucha de su sudadera celeste, haciendo que su gorro gris y los cabellos que asomaban de este se empezasen a mojar con la lluvia, abriendo entonces sus ojos como platos al sentirse impotente ante aquella presencia asesina, la cual le quitó el aire.

El rubio no se atrevía a darse la vuelta, o más bien, aunque él quisiera dársela, su cuerpo no respondía, pensando que quizás si viese a aquel monstruo moriría, quedándose allí parado cuando oyó su voz grave de adulto mientras hacía chocar las chapas que tenía para aterrorizar lo aun más, dándole una indirecta de que sus “Dogtags” también acabarían en las manos de aquel desconocido, agarrando entonces con su mano derecha la chapa que colgaba de su cuello para apretarla levemente.

-E...¿Eres un Ejecutor?...-Preguntó entonces después de tragar saliva, intentando hacer que su voz no temblase, no queriendo mostrarle el temor que sentía con tan solo notar la presencia de aquel hombre

Aquel hombre se acercaba aun más a Shuuye, notando como posó sus manos en el hombro del chico y los largos cabellos oscuros de él acariciando la mejilla del novato, intentando este mantener la compostura mientras apretaba sus dos manos, pegando el puño que agarraba su chapa a su pecho mientras volvía a tragar saliva de nuevo, mirando hacia delante con el ceño fruncido, no parando de caer agua sobre su cabeza, resbalando por su pálido rostro.

-N...No...No me he portado mal, he seguido las reglas...-Contestó finalmente, manteniendo un tono de voz serio mientras no se movía-Pero he escuchado que hay veces que los Ejecutores se aburren y matan a cualquiera, aunque esté jugando limpio...

Finalmente, Shuuye acabó con una rodilla sobre el suelo al haberle dado aquel hombre de melena oscura un golpe detrás de esta, quedándose el rubio mirándolo al fin el rostro de aquel participante del “Igura”, viendo sus finas y blancas facciones y sus labios carnosos, tragando entonces el del gorro gris saliva mientras continuaba observándolo con el ceño levemente fruncido mientras las gotas empezaban a caer dentro de sus ojos, haciendo que parpadease varias veces.

-Entonces...¿Qué es lo que quieres?...-Preguntó entonces Shuuye para deshacerse de la duda que le corroía, la cual era el porque aquel hombre se encontraba allí-No podemos luchar si no hay una tercera persona de testigo...

Spoiler:

Al ver entonces como aquel hombre le mostraba la gran cantidad de “Dogtags” que había en su mano, agitándolas levemente para hacerlas sonar, botando mientras tanto las gotas de agua que descansaban sobre la fría superficie de aquellas chapas con gran valor en aquella ciudad aunque tan solo se tratasen de un trozo de metal. Pero Shuuye negó con su cabeza al oír la pregunta que este le hizo, volviendo a mirarlo de nuevo a los serios ojos de este, intentando mantener la compostura mientras su rostro estaba completamente mojado por la lluvia al igual que su pelo y toda su ropa.

-Te equivocas... No estoy aquí para recoger unos trozos de metal para ganar este juego sin sentido alguno...-Acabó diciendo, pareciendo más serio que antes, empezando a levantarse levemente del suelo-Estoy aquí por un motivo algo más personal...

Entonces, todo ocurrió muy rápido, sintiendo como su brazo izquierdo fue agarrado por aquel hombre para llevarse al joven hasta una pared de un edificio, quedando entre la dura superficie, con la cual chocó con algo de fuerza-aunque aguantó lanzar algún sonido de dolor al apretar sus labios- y aquel desconocido, el cual se encontraba bastante cerca de Shuuye. Pero, al sentir como las uñas de él se clavaron en el brazo del rubio, este musitó finalmente, mostrando así algo de dolor para seguidamente, mirar con algo de rabia al Jugador vestido de Militar, frunciendo su ceño mientras jadeaba, sintiendo como su brazo era apretado.

-He dicho que el juego me da igual, y con él, Il Re...-Acabó diciendo el joven entre jadeos, intentando no parecer inferior ante aquel hombre que le tenía atrapado-Lo que busco...Es a una persona que escuché que vino aquí...Solo quiero matarlo a él para vengar la muerte de mis amigos...

Spoiler:

En el momento en que el Militar de melena negra acercó su rostro al de novato, este se puso algo nervioso, tornándose sus mejillas de un color rojizo mientras intentaba echar su cabeza lo máximo que podía hacia atrás, no pudiendo ya que estaba completamente pegado a la pared donde el adulto le había acorralado.

Pero Shuuye no se rindió, continuando con el contacto visual de ambos Participantes del “Igura” sin pestañear siquiera porque temía que en el momento que cerrase los ojos para humedecer sus ojos, podría acabar muerto.

-Busco cualquier cosa que me sirva para llegar hasta esa persona...-Respondió finalmente el rubio a la pregunta del mayor, no añadiendo nada a los comentarios anteriores de este.

Finalmente, al quedar el joven libre del agarre del moreno, este primero llevó acto seguido su mano derecha hacia la parte de su brazo que había sido apretada para calmar algo el dolor, dejando ver así la "Dogtag" que colgaba de su cuello, estando en esta grabada diez rombos de color negro.

Mientras se acariciaba su dolorido brazo, Shuuye se echó un poco hacia adelante, arqueando un poco su espalda al haberse apartado el Militar, continuando mirándolo serio desde abajo.

-No lo se...-Contestó el rubio a la pregunta del adulto-Nunca lo vi y tampoco escuché su nombre o su descripción... Sino, ya lo habría encontrado desde hace tiempo...

Al ver como aquel hombre se había calmado un poco, apoyándose, al igual que Shuuye, en la pared del edificio, el rubio lo miró fijamente con sus ojos claros mientras la intensidad de la lluvia empezaba a bajar, agradeciendo el joven aquello ya que se encontraba completamente mojado, volviendo a ponerse la capucha para cubrir su cabeza, mirando seguidamente hacia adelante mientras guardaba sus manos en los bolsillos de su pantalón.

-¿Y qué ganaría con eso?...-Respondió entonces el novato al militar con otra pregunta-No se nada sobre esa persona, eso ocurrió fuera de Toshima, así que poco le importará a Arbitro y además, no puedo confiar en nadie... Tengo que buscarlo yo solo...

La risa que lanzó entonces el Militar sorprendió al rubio, el cual dirigió su mirada hacia este al creer que se estaba burlando de él, frunciendo el menor levemente su ceño.

-¡No te rías de!...-Empezó a gritar. Pero en el momento en que el mayor agarró su sudadera y le empujó para hacerle chocar con fuerza contra la pared, Shuuye se quedó sin aire y sin poder hablar, teniendo los ojos completamente abiertos, empezando a ser zarandeado por el moreno sin poder defenderse al tener aun las manos dentro de los bolsillos intentándolas sacar.

Acto seguido, Shuuye consiguió sacar las manos, pero esta acabaron en su estómago después de que el hombre le diese un fuerte patada en aquel lugar, cayendo de rodillas al suelo mientras tosía, dolorido por el golpe, apretando mientras tanto con fuerza sus ojos.

-Serás...-Acabó diciendo entre dientes, mirando de pronto al otro jugador del “Igura” con furia, lanzando le entonces un puñetazo ascendente, buscando lastimar la barbilla del hombre de cabellos moreno, apretando con fuerza su puño envuelto por sus guantes negros.

Todas las expectativas que estaba teniendo el joven de haber mejorado, aquel hombre se las estaba destruyendo ante sus ojos.

Shuuye no pudo hacer nada ante aquel adulto que lo trataba como quería, a su voluntad, no pudiendo hacer nada en el momento en que el moreno agarró su rubio cabello, tirando de este para hacerle sentir al joven aun más dolor después de la patada al estómago, acabando finalmente el joven en el suelo tirado, cayendo sobre un charco de agua, quedando su rostro algo sumergido en este.

-¿Por qué?...-Se preguntó entonces a si mismo en susurros mientras cerraba los ojos con fuerza, saliendo de estos finalmente lágrimas sin poder remediarlo, estando al borde de la desesperación-¿Por qué nunca puedo hacer nada bien? ¿En serio soy tan débil?...

En la mente del joven no paraban de aparecer los rostros de sus cuatro amigos, apareciendo también la escena cuando los vio muertos, cosa que le hizo estremecer levemente y apretar sus puños de nuevo.

-N...No...-Dijo entonces mientras se levantaba a duras penas del suelo, jadeando sin parar mientras miraba con odio a su contrincante, lanzando un nuevo puñetazo hacia la espalda de este, cogiendo carrerilla a la vez para hacer aun más fuerte el impacto-¡¡NO VOY A RENDIRME ANTES DE ENCONTRARLE!! ¡¡Y MENOS AUN, MORIR!!

Spoiler:

Al ver como finalmente alcanzó a su enemigo, habiéndole dado un fuerte puñetazo en la espalda, Shuuye sonrió levemente algo feliz de haber conseguido alcanzarlo por dentro, manteniéndose sereno exteriormente para no bajar la guardia frente al otro participante del “Igura”, mirándolo fijamente con sus claros ojos celestes.

Acto seguido, el rubio con gran velocidad, antes de que el hombre de melena oscura terminarse de darse la vuelta, le dio-al igual que él anteriormente-una patada en la parte trasera de la rodilla, dando entonces leves saltos hacia atrás para mantenerse a una distancia prudente de su oponente, clavando su mirada sobre este mientras mantenía una posición de guardia, teniendo su mano izquierda adelantada mientras que la derecha, cerrada, se encontraba cerca de su rostro.

-No voy a rendirme aquí, sino, llegar aquí habría sido en vano...