Allí estaba.
En medio de toda aquella gente, de toda aquella basura, aquella mierda, desde hacía tres días. Sin embargo, para él todo eso era el paraíso en comparación con pudrirse en la cárcel. Aunque contaminado, por lo menos respiraba aire y podía disfrutar de vez en cuando de la luz real.
Aunque en Toshima casi siempre estaba nublado o lloviendo.
Emma le había dejado bien claro que, aunque la definición del Igura fuese "juego", se trataba de todo menos de un verdadero juego. Allí te jugabas el cuello a cada segundo, y además, lo mejor era ir solo. Porque los amigos no podían existir en un mundo como Toshima.
Avanzaba por una de las calles, aunque no estaba solo. Un grupito de jugadores le dirigió una mirada amenazadora, pero Akira prefería andarse con prudencia y concentrarse sólo en jugadores que merecieran la pena. Y hasta entonces, no había visto más que chapas flojas colgadas de sus cuellos. La única más alta que había visto era la suya propia, una Sota de Corazones. Aunque claro, tampoco aspiraba a conseguir la Escalera Real en tan sólo tres días.
Sin embargo, le extrañaba que nadie le hubiese desafiado aún. Después de todo, la Sota era una chapa muy importante. ¿O acaso la gente de allí no estaba interesada en llegar hasta Il Re?...
Suspiró, siguiendo su caminar. Después de todo, aquello no sería demasiado distinto del Bl@ster.
En medio de toda aquella gente, de toda aquella basura, aquella mierda, desde hacía tres días. Sin embargo, para él todo eso era el paraíso en comparación con pudrirse en la cárcel. Aunque contaminado, por lo menos respiraba aire y podía disfrutar de vez en cuando de la luz real.
Aunque en Toshima casi siempre estaba nublado o lloviendo.
Emma le había dejado bien claro que, aunque la definición del Igura fuese "juego", se trataba de todo menos de un verdadero juego. Allí te jugabas el cuello a cada segundo, y además, lo mejor era ir solo. Porque los amigos no podían existir en un mundo como Toshima.
Avanzaba por una de las calles, aunque no estaba solo. Un grupito de jugadores le dirigió una mirada amenazadora, pero Akira prefería andarse con prudencia y concentrarse sólo en jugadores que merecieran la pena. Y hasta entonces, no había visto más que chapas flojas colgadas de sus cuellos. La única más alta que había visto era la suya propia, una Sota de Corazones. Aunque claro, tampoco aspiraba a conseguir la Escalera Real en tan sólo tres días.
Sin embargo, le extrañaba que nadie le hubiese desafiado aún. Después de todo, la Sota era una chapa muy importante. ¿O acaso la gente de allí no estaba interesada en llegar hasta Il Re?...
Suspiró, siguiendo su caminar. Después de todo, aquello no sería demasiado distinto del Bl@ster.
Última edición por Akira el Jue Jul 15, 2010 12:41 pm, editado 1 vez