Su trayecto era el mismo siempre para llegar hasta Vischio, sin embargo, aquella noche tendría que cambiar un poco el trayecto si no quería que descubriesen su pequeño y fraudulento negocio. No le molestó realmente, de hecho, por muy extraño que pareciese, incluso le gustaba ese jueguito que se traía con su “perseguidor”
Lo estaba haciendo realmente bien Akira, si no fuera que se trataba de Shiki, habría burlado fácilmente a cualquiera. Sus habilidades eran buenas, incluso llegó a pensar que pudiera ser un espía dentro del Igura.
Sus pasos amainaron cuando llegó a la puerta de un viejo edificio, a los pies de unas escaleras. Extendió una ligera sonrisa arrogante mientras unos mechones de pelo cubrían su rostro. Lentamente, sus piernas se movieron, empezando a subir por estas, haciendo sonar con las suelas la vieja madera.
Lo estaba haciendo realmente bien Akira, si no fuera que se trataba de Shiki, habría burlado fácilmente a cualquiera. Sus habilidades eran buenas, incluso llegó a pensar que pudiera ser un espía dentro del Igura.
Sus pasos amainaron cuando llegó a la puerta de un viejo edificio, a los pies de unas escaleras. Extendió una ligera sonrisa arrogante mientras unos mechones de pelo cubrían su rostro. Lentamente, sus piernas se movieron, empezando a subir por estas, haciendo sonar con las suelas la vieja madera.