La luz algo rojiza del lugar bañaba todo el bar del color de la sangre, estando ese color muy favorecido a una ciudad como Toshima, donde reinaba las batalla, el sexo y la sangre por todas sus calles...
Aquella Zona Neutral estaba llena de clientes-quizás porque aquel día se habían enfrentado una gran cantidad de Participantes-, lo cuales no hacían más que formar escándalo con sus gritos.
“Todos son unos animales...” Pensó el joven que entraba en el “Meal of Duty” bajando las escaleras que llevaban hacia el interior del establecimiento, vistiendo aquel chico una sudadera celeste y un gorro de lana Gris, viéndose que se trataba de un participante del Igura por la chapa que colgaba de su cuello.
El rubio empezó a caminar hacia la barra del bar apartando de su camino a la gran cantidad de Jugadores que se encontraban obstruyendo el paso por una única razón: El Line, aquel líquido que solo se vendía en Toshima y que había oído que esa droga aumentaba la Fuerza de quien la tomase...
Al llegar al fin a la barra, vio al Barman del establecimiento-Un hombre completamente calvo que superaba los dos metros de altura, teniendo también un cuerpo bastante fuerte. Su ojo derecho estaba tapado con un parche y en su pómulo izquierdo tenía tatuado un corazón-, intentándolo llamar levantando la mano. Pero otro cliente que se puso entre ambos de pronto se adelantó, el cual era un hombre de unos veinte años de pelo negro algo alborotado, algo de perilla y con una gran cantidad de venas hinchadas por todo su rostro.
-¡Hey, Barman!...-Llamó el cliente al hombre calvo con un tono de voz algo decaído, como si acabase de chutarse con Heroína-Dame un poco de Line...
-¿De qué concentración?-Preguntó entonces el adulto del parche, como si ya estuviese acostumbrado a que le pidiesen la droga mientras sacaba un estuche de cuero negro el cual contenía una gran cantidad de ampollas llenas de un líquido amarillento.
-Treinta...¡No, Cuarenta!-Acabó decidiéndose el Participante de la perilla mientras mostraba una sonrisa algo boba al ver como la ampolla del Line era puesta frente a él, acabando por poner catorce chapas flojas sobre la barra, terminando así la venta...
-Estoo...Perdone...-Acabó hablando finalmente Shuuye para llamar la atención del Barman-¿Podría atenderme cuando pueda?...
-¡Claro, Corderito!~~-Dijo entonces el calvo con un gran humor al ver al chico del gorro, mostrando le una amplia sonrisa mientras sus mejillas se teñían levemente de rojo-¿Qué es lo que deseas, guapetón?~~
-Eeem... Bueno... Yo también querría comprar Line...
-¿Eeeh?...-El Barman, al oír el pedido de Shuuye, pareció algo decepcionado, abriendo una vez más el estuche de mala gana-Que desperdicio de joven... Bueno, ¿qué concentración deseas?...
-Pues... ¿Qué puedo comprar con esto?...-Preguntó mientras mostraba siete chapas flojas que había conseguido recolectar al encontrarlas tiradas por el suelo.
-Una concentración del veinte-Acabó respondiendo el vendedor mientras ponía la ampolla sobre la mesa, acabando por cogerla el joven rubio, el cual se la guardó en el bolsillo de su pantalón.
Aquella Zona Neutral estaba llena de clientes-quizás porque aquel día se habían enfrentado una gran cantidad de Participantes-, lo cuales no hacían más que formar escándalo con sus gritos.
“Todos son unos animales...” Pensó el joven que entraba en el “Meal of Duty” bajando las escaleras que llevaban hacia el interior del establecimiento, vistiendo aquel chico una sudadera celeste y un gorro de lana Gris, viéndose que se trataba de un participante del Igura por la chapa que colgaba de su cuello.
El rubio empezó a caminar hacia la barra del bar apartando de su camino a la gran cantidad de Jugadores que se encontraban obstruyendo el paso por una única razón: El Line, aquel líquido que solo se vendía en Toshima y que había oído que esa droga aumentaba la Fuerza de quien la tomase...
Al llegar al fin a la barra, vio al Barman del establecimiento-Un hombre completamente calvo que superaba los dos metros de altura, teniendo también un cuerpo bastante fuerte. Su ojo derecho estaba tapado con un parche y en su pómulo izquierdo tenía tatuado un corazón-, intentándolo llamar levantando la mano. Pero otro cliente que se puso entre ambos de pronto se adelantó, el cual era un hombre de unos veinte años de pelo negro algo alborotado, algo de perilla y con una gran cantidad de venas hinchadas por todo su rostro.
-¡Hey, Barman!...-Llamó el cliente al hombre calvo con un tono de voz algo decaído, como si acabase de chutarse con Heroína-Dame un poco de Line...
-¿De qué concentración?-Preguntó entonces el adulto del parche, como si ya estuviese acostumbrado a que le pidiesen la droga mientras sacaba un estuche de cuero negro el cual contenía una gran cantidad de ampollas llenas de un líquido amarillento.
-Treinta...¡No, Cuarenta!-Acabó decidiéndose el Participante de la perilla mientras mostraba una sonrisa algo boba al ver como la ampolla del Line era puesta frente a él, acabando por poner catorce chapas flojas sobre la barra, terminando así la venta...
-Estoo...Perdone...-Acabó hablando finalmente Shuuye para llamar la atención del Barman-¿Podría atenderme cuando pueda?...
-¡Claro, Corderito!~~-Dijo entonces el calvo con un gran humor al ver al chico del gorro, mostrando le una amplia sonrisa mientras sus mejillas se teñían levemente de rojo-¿Qué es lo que deseas, guapetón?~~
-Eeem... Bueno... Yo también querría comprar Line...
-¿Eeeh?...-El Barman, al oír el pedido de Shuuye, pareció algo decepcionado, abriendo una vez más el estuche de mala gana-Que desperdicio de joven... Bueno, ¿qué concentración deseas?...
-Pues... ¿Qué puedo comprar con esto?...-Preguntó mientras mostraba siete chapas flojas que había conseguido recolectar al encontrarlas tiradas por el suelo.
-Una concentración del veinte-Acabó respondiendo el vendedor mientras ponía la ampolla sobre la mesa, acabando por cogerla el joven rubio, el cual se la guardó en el bolsillo de su pantalón.