Noche de copas... (CERRADO)

Yukihito caminaba al lado de Vladimir, dirigiendo al bar que había señalado, y que tal vez todos conocieran en Toshima, al entrar, viendolo notoriamente más lleno que aquella mugrienta sala de cine dejó caer.

-Vaya, ¿hay más gente de la usual, o el aislamiento en la sala de cine ya me afectó? -Bromeó un poco para hacer más amigable el ambiente, mientras observaba un luga dónde sentarse.

Yukihito los miraba a ambos, se conocían ya de antes, el solía beber, pero no demasiado, además de que cuando lo hacía, lo hacía en su departamento, solo, o con uno de sus amigos, Tooya.

Se molestó un poco al oir lo que el dueño dijo. Y se podría decir que lo que el otro dijo lo hizo sentir peor.

-Tengo 19 -Lo dejó claro, para evitar bromas como esas, las cuales lo molestaban, pero sin denotar aquello en su voz.

Miró a Vladimir, quien no dejaba de hablar con esa arrogamcia, aún así, no dijo nada, y se sentó casi como un niño obediente.

-Que mi cerveza esté bien fría -Dijo mirándo la barra.

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Podía notar las burlas de Vladimir y del dueño ese, pensó que sería interesante dejarles la boca cerrada, en especial a ese clavo, que desde hacia rato que lo miraba jocosamente.

-Vale, con tal de que las cervezas estén buenas -Dijo entonando con enfasis el "buenas", entonces acercó el vaso a su boca, saboreando primero, y al sentirse observado, tomó una gran cantidad, tanta que un fino camino de alcohol se delineó bajo la comisura de sus labios.

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Tras terminarse la copa, tuvo que carraspear bastante fuerte, para no ir a toser frente a los otrso dos, pasó la lengua por los labios y después se limpió con el dorso de la manga, sintiendo los golpecitos en la espalda.

-No tengo ningún problema bebiendo, pero ahora te toca a tí, miró, algo desafiante a Vladimir señalando un vaso con su mano de una manera casi como si fuera una reverencia.

No le pareció justo que él no bebiera, a pesar de todo, tomó la otra cerveza ofrecida, haciendo una "mala cara"

-Pues como quieras -Dijo sin demostrar mucho interes, empezó a beber, esta vez más despacio cuando escuchó el comentario de aquel tipo, lo cual le causó gracia, sabia que con el orgullo que se evidenciaba tenía el pelilargo, aquello lo habria encabronado, así una pequeña sonrisa emergió, siendo ocultada por el vaso de cerveza, el cual siguió tomando.

Tras el comentario del calvo no pudo evitar decir su comentario.

-Parece que al que no le va tomar es a ti -Lo dijo bastante divertido -Venga, es verdad, que haya paz.

Yukihito ya iba para su quinto vaso de cerveza... y a eso del tercero y medio ya estaba entonado, pero en sí no se daba cuenta, se acordó de con quién venia.

-ey... tu no has tomado casi nada -Dijo algo enredado -No me parece justo -Trataba de disimular que ya estaba bastante mareado, así que trataba de hablar normal, sin embargo su mala pronunciación en la R lo estaba delatando.

Miró al calvo, después del comentario que hizo.

-No necesito que me cuide nadie, ¿vale? además, ¿Quien coño se está cayendo?, Todavía puedo tomar más -Cogió otro vaso entero, tomándoselo todo de una bocanada -¿ves?

Por el golpe que recibió, si hubiera estado sobrio, le hubiera puesto unas buenas hostias al tío ese, que bastante fuerte le había dado, mientras sus ojos se volvían cada vez más pesados, se encabronó al oír la conversación de los otros dos... bueno, lo que podía entender, Entonces se giró en la silla.

-Joder, ni que necesitara vuestra puta ayuda, nadie te la ha pedido, yo me largo.

O por lo menos esas fueron sus intenciones, pero en el momento en el que se levantó, todo le dió vueltas de una manera horrible, la cual siempre le recordaba cómo odiaba estar en ese estado, había tenido que apoyar una mano en la barra del bar.

Aunque sentía cómo el suelo se movía bajo sus pies, su orgullo salió a flote, y puso mucho de su parte por caminar derecho, aunque eso supuso un gran esfuerzo.

Miró de reojo a Vladimir, y empezó a caminar, con el ceño bastante fruncido ya, llegó a la puerta, pero en medio de tantas vueltas no podía abrirla correctamente.

-Joder -Bufó.

Yukihito vio bastante de cerca aquella puerta, y se quedó algo quieto, torpe como se encontraba, pero al sentir el agarre del otro y tenerlo tan cerca hizo que sus mejillas se sonrojaran levemente, aunque le quitó la mano enseguida.

-A ti que te importa -Dijo bastante mareado.

-Oh! que berrinche el que hace este marica -Se escuchó a un tío que estaba tomando en una mesa cerca de allí.

"Maldita sea" ya no quería que le siguieran jodiendo ni por ser un crío y menos por ser un nena de berrinches.

-Vivo en esa dirección -Dijo todavía molesto, señalando unos edifición con fachada dañada... estarían a unas 7 cuadras de allí, solo quería largarse de una vez.

Yukihito se dejaba arrastrar, en el estado en que estaba no podía hacer nada más, mientras, le indicaba al otro por donde caminar para llegra al lugar.

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