Finalmente, Shuuye había acabado llegando al éxtasis, mirando hacia abajo avergonzado con las mejillas rojas al haber manchado las sábanas con el blanquecino líquido, no queriendo mirar a Vladimir a los ojos ya que seguramente este se estaría riendo de él en aquellos momentos.
Pero, mientras el rubio se estaba secando con las manos la saliva que goteaba de sus labios sin levantar la mirada, el adulto le obligó a hacerlo agarrándolo de las mejillas, pudiendo notar los fríos dedos del moreno clavarse en estas para acabar diciendo unas palabras algo “amables”-si se podían llamar así-al fin, estando el joven sorprendido por las palabras del Militar. Sin embargo, ese asombro duró poco, ya que una vez más, el hombre agarró con rudeza al chico del pelo para acabar estampan dolo esta vez contra su eyaculación, notando en su mejilla el espeso líquido aun tibio, pudiendo notar el fuerte aroma de su esperma.
-Su...¡Sueltame!-Comenzó a volver a ser el Shuuye de siempre, intentando separar su cara de aquel líquido mientras apretaba los ojos-¿¡Por qué eres tan rudo?!
Pero, mientras el rubio se estaba secando con las manos la saliva que goteaba de sus labios sin levantar la mirada, el adulto le obligó a hacerlo agarrándolo de las mejillas, pudiendo notar los fríos dedos del moreno clavarse en estas para acabar diciendo unas palabras algo “amables”-si se podían llamar así-al fin, estando el joven sorprendido por las palabras del Militar. Sin embargo, ese asombro duró poco, ya que una vez más, el hombre agarró con rudeza al chico del pelo para acabar estampan dolo esta vez contra su eyaculación, notando en su mejilla el espeso líquido aun tibio, pudiendo notar el fuerte aroma de su esperma.
-Su...¡Sueltame!-Comenzó a volver a ser el Shuuye de siempre, intentando separar su cara de aquel líquido mientras apretaba los ojos-¿¡Por qué eres tan rudo?!