Realmente el mecánico se sentía de más. Pegó un bote y tragó saliva duramente cuando contempló aquella sonrisa afable bastante mal disimulada en Vlad. Era sabido que no a muchos le caía bien, y ciertamente aquel hombre no era la excepción.
Agachó su rostro e, inconscientemente apretó su dogtag con fuerza. ¿Así que eso era lo que Akira pensaba de él? ¿Qué era un pesado que solo lo seguía a todos los lados que fuera? Que no lo hubiera presentado como “su amigo” le dolió… sin embargo, esbozó una sonrisa leve.
— Ah… un gusto… — escuchó ahora a Akira nombrando al desconocido con ciertas confianzas. En toda su vida lo había llamado Kei. Su flequillo por un momento tapó su rostro, manteniéndose al margen, como si realmente no existiera.
Hubiera seguido en sus pensamientos a no ser que la voz del ex militar lo volvió a la realidad, recordándole que el campeón del bl@ster aún estaba herido y necesitaba reposo.
— ¡Es cierto! — Levantó un poco la voz Keisuke, mirando a su amigo con preocupación— tienes que descansar… — volvió a agachar su rostro, frustrado, incapaz de hacer algo más por él.
Agachó su rostro e, inconscientemente apretó su dogtag con fuerza. ¿Así que eso era lo que Akira pensaba de él? ¿Qué era un pesado que solo lo seguía a todos los lados que fuera? Que no lo hubiera presentado como “su amigo” le dolió… sin embargo, esbozó una sonrisa leve.
— Ah… un gusto… — escuchó ahora a Akira nombrando al desconocido con ciertas confianzas. En toda su vida lo había llamado Kei. Su flequillo por un momento tapó su rostro, manteniéndose al margen, como si realmente no existiera.
Hubiera seguido en sus pensamientos a no ser que la voz del ex militar lo volvió a la realidad, recordándole que el campeón del bl@ster aún estaba herido y necesitaba reposo.
— ¡Es cierto! — Levantó un poco la voz Keisuke, mirando a su amigo con preocupación— tienes que descansar… — volvió a agachar su rostro, frustrado, incapaz de hacer algo más por él.